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El castillo del Wyrm Azul

Artículos Varios

La Persona Sorda y el Audismo

La Persona Sorda y el Audismo

La definición de sordera es controversial, porque varía de acuerdo al punto de vista biológico, psicológico, sociocultural, etc.

Una definición funcional fue dada por Périer y Temmerman en 1987 y señalaron que una persona sorda es aquella cuya audición está perturbada a tal grado (70dB* o más) que no puede comprender la palabra únicamente por el oído ya sea sin prótesis o con ella.

* dB= Decibel, unidad relativa utilizada en acústica.

El audismo es un neologismo creado en la década de 1970 por el profesor sordo Tom Humphries. Este término, que no figura en los diccionarios aún, parece tener en la actualidad varias acepciones y usos.

Por una parte, el audismo hace referencia a la discriminación negativa o arbitraria o a la marginación sufrida por las personas sordas a lo largo de la historia hasta la actualidad y las consecuencias de esas experiencias negativas también que han deteriorando su autoestima de manera individual y colectiva.

Designa también la actitud de una persona oyente que se considera superior basándose en su capacidad de oír. Se considera una postura que estigmatiza a las personas sordas o bien significa las expectativas de que los sordos se conviertan en oyentes.

El siguiente video realizado por jóvenes venezolanos, nos muestra información detallada sobre "audismo" y ejemplos de situaciones cotidianas que sufren los sordos y entran en la definición de audismo.

La idea es crear conciencia y difundir la necesidad de las personas sordas de un trato igual en todo el sentido de la palabra.

Una institución que apoya a las personas sordas con charlas, clases, reuniones y eventos es el grupo Remando con Personas Especiales, REMPES, grupo al cual me he unido y tratando de poner mi granito de arena en esta noble causa.

Imagen extraida de: http://ulertuz.org/wp-content/uploads/2013/09/ni%C3%B1os-signando.jpg

Cuento: Curiosidad Mortal

Cuento: Curiosidad Mortal

Desperté ovillado en el piso, con la cabeza enterrada en mis rodillas. Las manos inertes, amoratadas, amarradas de las muñecas con alguna especie de cable o cuerda. No había zona de mi cuerpo que no mostrara signos de la violencia a la que había sido sometido.  Mis pensamientos abotagados empezaron a girar veloces como las imágenes de un caleidoscopio, los eventos pasados regresaban a mi mente, mientras, a lo lejos, los ecos de una lúgubre música llegaban a mis oídos.

¿Cómo diablos llegue aquí?

Todavía no era la hora de salida, faltaban tan solo unos cuantos minutos para terminar mi jornada laboral, e iniciar el clásico ritual de todos los atardeceres: manejar mi desvencijado carro, llegar a casa, beber un trago y compadecerme del monótono día de trabajo.

El sonido del teléfono me sobresaltó.

Jan? - escuche mi nombre cuando acerqué el auricular al oído.

Jan Michaels?

Sí, el mismo- contesté sin reconocer la voz de mi interlocutor.

Sé del artículo sobre apariciones que está tratado de escribir para el Adverticer, y que aún no puede terminar. Me dijo la voz desconocida.

¿Artículo? -  Intenté parecer confundido, mientras recordaba las hojas de papel mecanografiadas que estaban sepultadas en una de las gavetas de mi escritorio. - No sé a qué se refiere amigo-.

Puedo brindarle las pruebas que le faltan. Lo espero en la vieja casona abandonada en  Bad Water Road. Cruce el río por la Calle oeste y siga hasta la Calle Pickman, doble a la derecha hasta la ciénaga. No se puede perder. Lo espero.

Y colgó. No conocía bien esa zona de la ciudad, pero con los datos podría llegar.

Los chicos asiduos a la biblioteca de la Universidad de Miskatonic habían causado revuelo al denunciar apariciones en los alrededores del edificio. La policía no encontró nada y determinó que se trataba de una broma de mal gusto entre estudiantes. Pero yo había encontrado algo. Antes que la torrencial lluvia que azotó Arkham esa noche borrara toda evidencia, descubrí huellas bastante extrañas que pude fotografiar. Las huellas no eran ni por asomo humanas, más bien parecían las de un animal bípedo.

Pasé los días siguientes indagando. Visité las aulas de la cátedra de zoología, fastidiando a todo aquel que se me pusiera a tiro, pero no hubo suerte. Pregunté a expertos en animales salvajes y también a los que no eran tan expertos, pero ninguno pudo reconocer las huellas. Algunos me insinuaron que no era una sola huella, sino varias superpuestas y por eso no podían identificarla, otros me miraron de mala manera, pensando que les estaba jugando una broma pesada y por último, también hubo de los que ni se dignaron a mirar la foto.

Estaba por darme por vencido ante tamaña decepción, pero apareció la casualidad, mi fiel compañera de trabajo. Mis pasos me llevaron donde un viejo profesor, de gastadas gafas de carey, que tenía su oficina en un rincón apartado del edificio de ciencias,  mencionó un libro en la biblioteca que debería consultar. No quiso entrar en más detalles, dándome a entender que la visita había terminado. Le agradecí la información y me disponía a salir cuando sus palabras detuvieron mi marcha.

- Yo que usted, desistiría de todo este asunto. La verdad puede llevarlo a descubrir cosas que van más allá de lo imaginable. Hay eventos que no deben explicarse y es mejor dejarlos en el olvido -

Sus palabras me desconcertaron, pero me repuse. - No me asusta la verdad, soy reportero, es mi trabajo. Pero gracias por el consejo -

- Allá usted - concluyó el profesor continuando con su lectura. 

Salí cerrando la puerta tras de mí. Las bombillas del pasadizo oscilaban y amenazaban apagarse, apuré el paso, por un instante pensé que las sombras me seguían. Creo que el viejo había logrado asustarme.

En la biblioteca la encargada me dijo que el libro "Dioses y sus criaturas" no figuraba en sus registros. Tampoco nada parecido con el tema.

Desilusionado y maldiciendo entre dientes  al viejo loco, regresé al periódico y guardé los apuntes y las fotos en la gaveta y me olvidé de ellas hasta el momento de la llamada.

Tenía que saber, no podía quedarme con esta incertidumbre . Tome mi sobretodo, me calcé el sombrero y salí de la oficina de redacción del periódico.

Ahora que lo pienso, debí hacerle caso al viejo, dar por concluida la investigación y haberme dirigido a casa o por lo menos avisar a alguien a donde iba, escribir una nota, hablar con el portero (aunque no estaba en ese momento en su caseta). Dejé las precauciones obvias para un reportero de investigación, entré en el auto, arranqué el motor y me lancé a lo desconocido.

Anochecía cuando paré el auto en la entrada de la casona. Era una construcción de comienzos del siglo XVIII, una alta reja roída por el oxido impedía el acceso, volutas de fierro decoraban  aquí y allá, formando extrañas figuras imposibles de reconocer.

Dejé las luces de los faros encendidas . Tomé la linterna que siempre llevaba en la guantera, probé su funcionamiento y bajé del vehículo.

El silencio era apenas roto por el cántico de los grillos y el entrechocar de las ventanas de madera de la segunda planta que estaban abiertas y jugaban con el viento.

El chasquido de un cerillo al encenderse iluminó la figura de un hombre situado a un lado de la verja y que en un principio no había vislumbrado. El sombrero calado hacia abajo tapaba su rostro, ropas oscuras acordes a la estación y de contextura bastante gruesa. Estaba de pie con una postura algo encorvada hacia un lado. Un ser extraño, que en otras circunstancias no me hubiera gustado conocer.

Estaba seguro que vendría, Jan - La voz sonaba algo ronca, como si el aire hiciera demasiado esfuerzo para salir de sus pulmones y forzara sus cuerdas vocales.

No se movió. Salvo el ademán de la mano llevando el cigarro a la boca repetidas veces.

Su llamada despertó mi curiosidad - le respondí.

A veces la curiosidad puede ser mala consejera, mi amigo. Entre a la casa y mírelo con sus propios ojos. - El hombre avanzó hacía la entrada por un sendero de tierra, franqueado por cardos resecos.

Encendí la linterna, no quería parecer acobardado, pero algo me inquietaba. Era el lugar? la hora? la soledad y lucubres  de la casona? o el tipo que se alejaba de la entrada o todo junto.

Esperé - le llamé- ¡Quién diablos es usted?, ¿Vive en esa vieja casa?. No pienso cometer ningún acto ilícito. ¡Se lo advierto!.

El individuo paró en seco. Se volteó lentamente y me dijo:

Mi nombre es Leonard, curador de libros de la Universidad de Miskatonic. Hace algunos días estuvo buscando información sobre unas huellas que encontró en el campus, cerca de la biblioteca. Sé que solicitó un libro y que le respondieron que ese libro no existía. !Mentira! - levantó la voz- El libro si existe, yo lo he visto, mis dedos han acariciado sus páginas y mis ojos se han deleitado contemplando las bellas y subyugantes imágenes que posee. No existe nada más hermoso que el horror que transmite cada trazo, cada curva, cada sombra.

Venga, no hay tiempo que perder. Están por llegar. Esta noche se reúnen para continuar con  su ritual cósmico. Venga, venga. - Me apremió.

El llamado Leonard, apuró el paso hacia la puerta doble de madera, manipuló la cerradura y entró en la casa.

Yo me quedé petrificado. El sujeto parecía algo desquiciado; quizás el estar inmerso en un mar de libros raros haya terminado por perturbarlo y alterar su concepto de la realidad.

En fin, suficiente por hoy, definitivamente no era una buena forma de terminar el día, pero no se puede ganar en todas. Regresé al auto, traté de encender el motor, pero este no arrancó. La aguja del medidor de gasolina marcaba cero. Abrí la cajuela para ver si me quedaba algo de nafta en el bidón de emergencia. Nada,  estaba completamente seco.

Solo me quedaba caminar o entrar a la casa, quizás habría algún teléfono para llamar al servicio mecánico y que vengan a ayudarme. Decidí por lo segundo estaba en una zona demasiado retirada y no me hacia gracia caminar tanto y menos de noche.

Encendí nuevamente la linterna, crucé la verja de fierro y me dirigí hacia la puerta que se encontraba ahora entreabierta.

Ingresé.

Hacía oscilar la luz de la linterna de un lado a otro para alumbrar el lugar y de paso ver en donde pisaba. Era un pequeño recibidor, con bancas de madera talladas  adosadas a las paredes  y completamente destartaladas que difícilmente podrían soportar el peso de una persona sin romperse.

Una alfombra raída en el piso que terminaba en una puerta, doble también, pero deslizable, uno de los lados se encontraba corrida, el espacio suficiente para que un hombre pasara.

Hola? - pregunte en voz baja. - Leonard? - volví a preguntar, recordando el nombre del individuo que me trajo hasta aquí.

Nadie respondió.

Deslicé completamente la hoja para poder salir rápido en caso de necesidad. Uno nunca sabe cuándo debe salir pitando de un lugar así.

Por su estado la casa parecía completamente abandonada. La idea del teléfono para llamar a un mecánico me pareció en ese instante absurda.

Era un gran salón, con escaleras marmoleadas a ambos lados que llevaban con seguridad al piso superior. Todo estaba oscuro, o eso me pareció al comienzo.

Dirigí la linterna hacia arriba. El techo era elevado, decorado con extrañas figuras que no alcanzaba a reconocer.

En el centro del amplio salón en donde me encontraba, un extraño fulgor salía del piso, rojizo, discretamente vaporoso.

Con cautela, me acerqué tratando de que mis pasos no hicieran mucho ruido, inevitablemente la madera crujía con mi peso.

La luz salía de un enorme agujero. Los listones de madera que forraban el piso se abrían en los bordes como si algo hubiera salido de abajo con increíble violencia.

Al llegar a la orilla de la cavidad, el asombro marcó mi rostro. Una especie de gruta, cueva o caverna se abría bajo la casa. Abajo, como a unos cinco a seis metros de profundidad, en el piso, se dibujaba una figura enorme, espectral, una rara estrella de cinco puntas, roja, fulgurante. Las llamas ondeaban como si estuvieran mecidas por un viento que iba y venía. Era extraño porque de uno de sus vértices se proyectaba una roja cola retorcida.

Instintivamente busqué mi vieja Kodak Brownie. No estaba colgada de mi pecho. La había dejado olvidada en el auto.

Las palabras de Leonard cobraron algo de sentido - No hay tiempo que perder - Había dicho.

Giré sobre mis talones rumbo a la puerta. Esta noticia era el titular del periódico mañana.

Una sombra que se alzaba frente a mí detuvo mi camino.

Era Leonard o alguien parecido, el sombrero y las ropas eran las mismas, pero algo activó mi miedo, quizás fue el hedor que de él emanaba, o los ojos redondos y enrojecidos por la luz de la estrella que me miraban fijamente. No, nada de eso, fue su rostro en su conjunto, la nariz achatada, la boca sin labios, coronados solamente por pequeños apéndices vibratorios que le llegaban hasta el mentón, la saliva chorreante por las comisuras de la abertura que no era de ninguna manera una boca.

A veces la curiosidad es mala consejera - silbo entre los apéndices el ser. Retrocedí ante la putrefacción que salían de esas fauces, sentí el borde del agujero chocando mis talones.

Como en cámara lenta los brazos del ser se elevaron. No atiné a nada. Estaba perdido.

La fuerza del empujón me arrojó hacia atrás. Inicié una caída infinita, segundos, minutos, horas tal vez, no lo sabía, solo sentía como mi cuerpo era mecido por un viento ensordecedor y azotado por un látigo inmisericorde. No podía mantener los ojos abiertos. No llevaba ropa alguna, sentía mi desnudez y era consciente del dolor lacerante que experimentaba con cada trallazo. Así, torturado salvajemente fui cayendo, hasta que perdí la noción del todo.

Lo que en un principio tomé como un eco musical, era simplemente el sonido del paso del viento por alguna rendija, la cloaca en donde estaba tirado, era una especie de cueva en la roca, el piso de tierra estaba colmado de inmundicias pestilentes. A unos metros se veía la pequeña abertura que fungía de entrada. Traté de incorporarme, pero las fuerzas me habían abandonado.

Aparecieron de improviso en la entrada, eran varios, humanoides, desnudos, de rostro canino, piel sin vida, gomosa y exudando a moho, garras por manos y pezuñas deformes por pies. Las huellas y los seres encajaban en un corolario maldito.

Comprendí mi destino, hundí el mentón en mi pecho y lloré, con un leve gimoteo al comienzo que fue creciendo hasta convertirse en un alarido enajenado. Levanté el rostro convulso mientras las lágrimas corrían por mis mejillas, el corazón acelerado y la presión en mis sienes acabaron con el sostén de mi realidad. Me derrumbé en el piso hundiéndome en las sombras de la locura.

Los gules caminaban algo encorvados, sin prisa. La comida estaba servida y no iba a escapar a ningún lado.

Imagen extraida de: http://pt-br.supernatural.wikia.com/wiki/Ghouls

Embarazo en la Adolescencia

Embarazo en la Adolescencia

Con el lema "Esperar es Mejor" el Programa Madre Adolescente del Hospital María Auxiliadora participó en el Festival Lima Joven realizado en la Plaza San Martín el sábado 19 del presente.

Al leer el tríptico, le pedí a mi esposa Sra. Miriam Millán Salazar; Trabajadora Social y miembro del equipo, permiso para ponerlo en mi blog. Espero que la información sirva a los jóvenes que buscan saltar etapas en sus vidas.

¿Embarazo en la Adolescencia?

La adolescencia es un periodo en el desarrollo biológico, sexual y social, posterior a la niñez y que comienza con la pubertad.

La Adolescencia es una etapa de la vida que transcurre entre los 12 a los 19 años.

El embarazo adolescente es aquel embarazo que se produce ebn esa etapa de la vida.

Consecuencias:

Físicas

- Falta de atención médica oportuna por el silencio.

- Complicaciones en el embarazo.

- Bebé con bajo peso y prematuro.

- Alta mortalidad materna.

- Alta incidencia de abortos, espontaneos e inducidos.

Emocionales

- Deserción escolar.

- Agresiones por parte de su familia.

- Cambio de su proyecto de vida profesional.

- Inmadurez emocional.

- Aumento del stress.

- No aceptación del embarazo.

- Ansiedad.

La adolescente al verse obligada muchas veces a formar pareja, surgen problemas como violencia, reproches, chantajes, celos que impedirán una unión estable y permanente.

La adolescente queda expuesta a violencia, explotación y dependencia familiar.

Soporte Familiar

El apoyo familiar comprende un carácter multidimensional, relacionado con la capacidad de adaptación de la familia al nuevo acontecimiento, manteniendo una comunicación empática e intercambiando sentimientos.

Se considera a la familia como un factor de protección para la madre adolescente y su bebé, lográndose:

- Mejor desempeño escolar.

- Comportamiento adolescente de menos riesgo.

- Interacciones familiares positivas.

Proyecto de vida profesional con probabilidades de desarrollarse.

- Mejores oportunidades de un embarazo saludable.

- Estabilidad emocional.

Recomendaciones

Es importante conocer que el estado emocional de la madre adolescente embarazada influye en las emociones durante el desarrollo del bebé.

Es una etapa que debe ser manejada con mucho cuidado, amor y cariño, porque cuando los padres se enteran del embarazo de la adolescente le cambia la vida y puede generar conflicto familiar.

La madre adolescente puede tener cuadros depresivos que pueden agravarse en el post parto, por eso hay que darle compañia y amor.

Hablar sobre la salud sexual con los padres, otros adultos confiables y amigos.

RECUERDA QUE.....

"No eres igual a otro ser humano, tu eres incomparable"

"Puedes contar siempre y en todo momento con total seguridad"

"Fija tus ojos hacia adelante en lo que puedas hacer, no hacia atrás en lo que no puedes cambiar"

"Si cres totalmente en ti misma, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades"

Imagen extraida de: http://mar-mardeideas.blogspot.com/2010/11/embarazos-en-adolescentes.html Martha Barragan "MAR"

Una lástima. se perdieron cientos de comentarios.

Hace algunas semanas descubrí que el contador que marcaba las entradas al blog estaba en cero y que empezaba de nuevo. La verdad me senti bastante triste porque el número que ya era más de 200000 entradas me hacian recirdar que el esfuerzo no había sido en vano. Tarde descubrí que no solo el contador era el problema, las preguntas en las diferentes entradas y las respuestas que les daba se habían perdido también. Que pena, en la entrada Escoliosis que era la que más comentarios tenía, habían preguntas de personas increibles, que luchaban y seguramente siguen luchando para llevar una buena calidad de vida a pesar de las limitaciones que tenían. Mi saludo a todas ellas, el agradecimiento a todos los que visitaron el blog y tambíen a los que seguirán haciéndolo. Yo me comprometo a seguir respondiéndoles con honestidad, con la experiencia que he obtenido a lo largo de todos estos años como Terapista Físico.

Gracias.

EL FIN DE UNA ERA Y UN NUEVO COMIENZO.

EL FIN DE UNA ERA Y UN NUEVO COMIENZO.

Este 1 de Enero los servidores de Webzen que contenian el juego online Archlord se apagaran. Atrás quedarán como recuerdos los personajes, las misiones, los grupos, los amigos detrás de los personajes, de tan distintos paises, pero hermanados por un juego.

Los momentos memorables, las estrategias, las batallas, los castillos tomados, la alegría del triunfo y el mal sabor de la derrota, todo esto quedará en la memoria de los que disfrutamos; en la medida de nuestro tiempo y disponibilidad, de uno de los mmorpg más populares y que en su momento cumbre, llego a tener más de medio millón de combatientes en todo el mundo.

Sobre las cenizas de Archlord y como una gran sombra, se anuncia desde el continente asiatico para este 2014 la llegada de Archlord 2. Aqui les dejo este link: http://www.mmogratis.com/archlord-2-lanzado-en-corea/ . En cuyo texto se lee:

 

"Webzen acaba de lanzar en Corea su anticipado MMORPG de fantasia medieval, ARCHLORD 2, que ofrece gráficas vibrantes y una banda sonora fascinante realizada por Cris Velasco, el compositor ganador del múltiples premios por más de 40 video juegos.

Una de las características nás atractivas de Archlord 2 son las Batallas RvR (Reino vs Reino), las cuales se extenderán a lo largo de 40 campos de batalla masivos. Los Humanos de Aimhigh, el Reino de la Luz, y los Orcos de demolition, el Reino de la Oscuridad, batallan por el premio final - convertirse en el Archlord, el gobernante supremo del juego. Cada raza tendrá sus propias especialidades únicas. Nuevo contenido y nuevas razas serán añadidos en expanciones fuuturas.

Webzen planea lanzar Archlord 2 en Europa y Norte América/Sur América en el 2014. Detalles adicionales sobre el programa de lanzamiento serán anunciados oficialmente en el futuro cercano."

Hay varios videos en el portal de youtube sobre lo que será Archlord 2.

Yo, por mi parte, mantendre afilada mi espada, para cuando el cuerno y los tambores anuncien al mundo la llegada del juego y las huestes armadas marchen a la guerra. es seguro que nos espera todo un universo de posibilidades de entretenimiento.

Una Constante Lucha Contra el Tabaco.

Una Constante Lucha Contra el Tabaco.

El 31 de marzo se celebra el Día Mundial sin tabaco. En el Perú la Comisión Nacional Permanente de Lucha Antitabáquica ( COLAT) cuya página web es:http://www.colat.pe/ celebró una jornada en el distrito de Miraflores con la asistencia de muchas organizaciones juveniles y de adultos mayores.

Yo deje de fumar hace muchos años, fumaba en reuniones y compromisos sociales. Un día decidí no volver a hacerlo y desde esa fecha no he vuelto a encender un cigarrillo. Tampoco permito; en lo posible, que nadie fume cerca mio.

Durante la jornada me regalaron una serie de encartes, cuyos contenidos quisiera compartir con todos los que visitan este blog.

Todos tenemos derecho a respirar aire libre de humo de tabaco. Por esta razón según la ley No 29517 en su artículo tercero dice:

3.1. Prohíbese fumar en los establecimientos dedicados a la salud o a la educación, en las dependencias públicas, en los interiores de los lugares de trabajo, en los espacios públicos cerrados y en cualquier medio de transporte público, los que son ambientes ciento por ciento libres de humo de tabaco.

3.2. Se entiende por interiores o espacios públicos cerrados todo lugar de trabajo o de acceso al público que se encuentre cubierto por un techo y cerrado entre paredes, independientemente del material utilizado para el techo y de que la estructura sea permanente o temporal.

La nicotina es un alcaloide vegetal que se encuentra en la planta del tabaco. Es una sustancia extremadamente adictiva y un veneno natural que ocasiona la adicción del fumador. Aparte del la nicotina el cigarrillo contiene una serie de sustancia nocivas para el organismo entre ellas tenemos el alquitrán, considerado un agente cancerígeno, además de acetona, naftalina entre otros.

El tabaco no produce ningún beneficio, mas bien:

- Lesiona los bronquios: los irrita e inflama, lo que provoca tos y flemas.

- Daña los pulmones: impide que funcionen bien y facilita la aparición de CÁNCER.

- Perjudica al corazón: predispone a sufrir un ataque cardiaco (infarto).

- Daña las arterias: facilita que se obstruyan y que se entorpezca la circulación,

  pudiendo ser causa de accidentes cerebro vasculares (ACV).

- Lesiona la garganta.  

- No solamente afecta al fumador, sino también al que, sin ser fumador, inhala el

  humo que despide el cigarro.

- Perjudica al niño, inclusive antes de nacer, cuando la madre embarazada fuma.

- Su humo es molesto para la gran mayoría de la gente.

- Es un enorme gasto económico para el adicto.

Existen otras manifestaciones clínicas relacionadas con el uso del tabaco como: osteoporosis, cataratas, arrugas, deterioro de la dentadura, infertilidad, pérdida de la audición, y varios tipos de cáncer de laringe, boca, esófago y vejiga.etc.

El dejar de fumar nos permite:

- Mantener una presión arterial y un ritmo cardiaco adecuado.

- Disminuir nuestros niveles de monóxido de carbono en sangre.

- Disminuye el riesgo de infarto de miocardio y los pulmones empiezan a remover la

  mucosidad que se acumula en ellos.

- Recuperamos la capacidad de oler y saborear.

- Aumenta nuestra capacidad pulmonar.

- Mejora la circulación sanguínea.

- Aumenta la capacidad de resistencia a las infecciones.

Ante esta evidencia que se puede encontrar en cualquier artículo de internet solo nos queda preguntarnos ¿Por qué envenenamos nuestro cuerpo y hacemos daño a los que nos rodean?.

HOY PUEDE SER UN BUEN DIA PARA DEJAR DE FUMAR.

Imagen extraida de: http://mujeresenblancoynegro.blogspot.com/2011_10_01_archive.html

Los Libros que he leído: Fablehaven

Los Libros que he leído: Fablehaven

Brandon Mull nacido en 1974 es un escritor norteamericano de literatura juvenil, autor de la serie de cinco libros: Fablehaven.

Desde el primer libro uno se siente atrapado por las vivencias de Kendra y Seth Sorenson en la granja del abuelo Stan . Ellos descubrirán que la granja no es otra cosa que una reserva secreta para seres mágicos.

A través de sus cinco libros, las aventuras, los personajes, los seres mágicos se van sucediendo en una carrera contra el tiempo para evitar que la maldad domine al mundo real, ignorante de la existencia de esta y otras reservas mágica repartidas por todo el planeta.

Lo que me atrajo también es la evolución de los personajes, cada uno en lo suyo. Kendra tocada por las hadas y Seth tocado por la oscuridad, van creciendo y fortaleciendo su espíritu y carácter ante la adversidad. No es una maduración inmediata para ellos, es un proceso, un aprendizaje doloroso, porque varias de sus decisiones apresuradas ponen en peligro y riesgo a ellos mismos y a quienes los que los rodean.

Podría seguir contándoles sobre la serie, pero prefiero que ustedes mismos lo descubran.

A Fablehaven escrito en el 2009, le han seguido Fablehaven: La Ascensión del Lucero de la Tarde, Fablehaven: La plaga de la Sombra, Fablehaven: Los Secretos de la Reserva de Dragones y por último cerrando la serie, Fablehaven: Las Llaves de la Prisión de los Demonios.

Para todos aquellos amantes de la literatura fantástica, Fablehaven es una serie que no los va a defraudar.  No en broma leí en una web que comentaba los libros, que Fablehaven había cambiado el concepto de fantasía, exagerado o no es una gran saga y vale la pena leerlas. A propósito están todas en español.

Al escribir este artículo me he encontrado con la sorpresa que los derechos para hacer la película Fablehaven han sido comprados por una productora que ha tenido con ver con películas como Iron Man y Spiderman.

Acompañemos a Kendra y Seth en esta aventura inolvidable.

Cuento - LÚA: UN PEQUEÑO RETRATO DE VIDA

Cuento - LÚA: UN PEQUEÑO RETRATO DE VIDA

Toda historia debería contarse, la suya, la mía, la de cualquiera. Todas tienen emociones, vivencias, mensajes, especialmente esta.

Acompáñenme en este pequeño viaje por el camino de Lúa.

Recostó la cabeza en el desvencijado sillón de la sala de espera. A pesar de llegar temprano, observó con desconsuelo que la doctora estaba retrasada en su consulta. Faltaba atenderse todavía dos pacientes antes que a ella le llegara su turno.

Miró de reojo a las parejas que ocupaban los asientos de enfrente. Vio los rostros de las futuras madres, jóvenes como ella, que irradiaban felicidad por todos los poros de sus cuerpos. A sus lados, los futuros padres, primerizos, embelesados contemplando orgullosos las crecidas barriguitas de sus mujeres. Uno de ellos palpaba con ternura el abultado vientre, mientras musitaba dulces palabras al retoño por venir.

Cerró los ojos impidiendo que una lágrima surcara su mejilla. Sintió su soledad, una profunda tristeza que iba de la mano con el miedo, con la incertidumbre de lo que le depararía el futuro a ella y al pequeño “bultito” que ya asomaba entre las holgadas ropas de maternidad.

No quería llorar, pero las lágrimas se agolpaban prontas a salir desbordando los diques de sus ojos cerrados. Buscó una toallita de papel en su bolsa, limpiando con disimulo los enrojecidos ojos. Se acomodó en el asiento tratando de aliviar la punzada de dolor en el costado que la estremecía. También le dolía el alma; o así creía ella, como si le hubieran abierto una inmensa herida de supurante desaliento.

Se ahogaba, necesitaba algo más que aire, necesitaba el calor de una mano conocida, de un compañero que brillaba por su ausencia. Al lado, solo estaba el frio sillón vacío que la acompañaba.

Pusieron música.

Trato de concentrarse en el ritmo de moda y dejo que su mente vagara entre sus recuerdos. Las notas de la melodía se mezclaron con las imágenes que empezaban a surgir. Craso error, a veces es mejor no remover las cenizas de nuestro pasado.

Los cambios se dieron casi al mismo tiempo, el desarrollo del cuerpo y la ilusión del primer amor, las primeras miradas, las primeras caricias, el primer beso, luego el segundo y luego otro, la pasión que aumenta y que terminan por convertir a Luana en mujer.

Su nombre: Leo, su príncipe, su amor, su amante. A su lado tejió un mundo de ilusión y de dicha perpetua. Ella era él y él ella, indivisibles, inseparables. Sus miradas apuntaban siempre en la misma dirección y sus pasos se encaminaban por el mismo sendero. La vida no podía ser más bella.

La fortaleza de él la invadía, sin dudas, sin interrogantes. Incluso cuando tuvieron que poner distancia entre ellos por motivos de estudio, dejaron de pensar; que en espíritu, siempre estarían juntos.

La enfermedad de un ser querido y su posterior deceso, transformaron en Lúa, la sensación de impotencia por no haber podida ayudarla, en una decisión de seguir una carrera médica. Era su vocación. Lo sentía.

Terminó el cole y detrás quedaron las amigas, los profes, las paredes del aula, el patio del colegio, las charlas que ya empezaban a dejar de ser inocentes y los corazones dibujados; entre suspiros, en los cuadernos.

Nuevos estudios, pruebas, libros voluminosos y cuadernos espiralados. La academia de preparación era una experiencia diferente al cole. Aulas abarrotadas de compañeros con expectativas y anhelos compartidos, nuevas amigas y los profes que se sucedían uno a uno en un desfile interminable.

Todos; salvo excepciones, con el deseo ferviente de ingresar a la “U” y seguir estudios superiores. Todos atentos, tratando de entender las fórmulas, comprender los procedimientos, asimilar las ideas. Algunos más capaces, más hábiles, más rápidos, otros con esfuerzo para no quedar rezagados y los menos, los pocos, los indiferentes, los irresolutos, los de la expresión pérdida.

Levantarse de madrugada, preparar las loncheras, tomar el bus rumbo a la gran ciudad, llegar casi al cierre de la puerta de la academia, la dura banca, las horas de clase, el ligero almuerzo, los seminarios, el rinconcito en la biblioteca, el tiempo que no existe, el día que no acaba. La noche que llega, la larga cola en el paradero, la llegada a casa muy, pero muy tarde, cenar algo, arreglar algo, escribir algo, charlar algo con la familia, el sueño implacable que la manda a dormir y a levantarse temprano, antes que el gallo cante, todo de nuevo, como un círculo sin fin. La voluntad que se pone a prueba.

Los exámenes llegan, el esfuerzo que busca la recompensa soñada.

Los resultados traen la desilusión. La vacante que no se alcanza, la meta que no se cumple. La frustración no dura mucho, hay que empezar de nuevo.

Cambio de planes. Ahora hay que trabajar y estudiar.

El turno de un instituto, una carrera técnica médica, un futuro entre pacientes, fármacos, y vapores de alcohol, desechos orgánicos, miasmas, hedores, sudores, llagas y vendas, ungüentos, masajes, orines, dolores y gritos. Vestir de blanco un sueño que puede hacerse realidad.

Trabajo, estudio, estudio, trabajo. Así se pasaban los días, las semanas y los meses, sin pausa, sin Leo.

Nació como una inquietud. Una llamada no contestada, un fin de semana sin saber de él, luego otra llamada, y otro fin de semana sin noticias. Aparecen las excusas, los pretextos, también los silencios. La inquietud toma forma, se convierte en recelo, después en duda y preocupación y por último el mundo de Lúa que estalla en mil pedazos.

Es difícil describir en pocas líneas, el alud de sentimientos que aparecen cuando la traición ha tocado nuestra puerta. Todo se agolpa, todo trata de emerger al mismo tiempo, ira, desesperación, depresión profunda. Desaparecieron los juramentos, las promesas, los planes, el alma se queda vacía, la mirada se muestra perdida. No se camina, se deambula, los pies que avanzan por inercia, las ganas se esfuman, se pierde el sabor, el olor, el sonido, se pierde el sentido de la vida.

Los sollozos callados, el sueño perdido. Solo la almohada, húmeda, estrujada, quedaba como único testigo del sufrimiento de Lúa cuando abandonaba el lecho para seguir con su rutina, con sus responsabilidades.

El tiempo pasó, teniendo al estudio como único consuelo y el inmenso del cariño de sus padres para confortarla. Una mañana dejó de mirar al suelo, volvió a respirar, levantó la cabeza y observó un pequeño destello, allá en el fondo del túnel por donde transitaba.

Fueron dos años, dos largos años, casi cuando llegaba a concluir sus estudios, el destello tomo forma, tuvo rostro, sonrisa, amabilidad, juventud. Su nombre: Tony.

Él entró en su vida despacito, casi de puntitas. Encuentros casuales, miradas de lejos, saludos y cortesía, intentos de conversación, miradas ahora de reojo. Su presencia empezó a llenar los enormes espacios vacios de su ser, él fue una especie de bálsamo curativo que ayudó a cerrar las heridas que todavía tenía.

Fue inevitable. Como una flor que renace, la ilusión emergió desde las profundidades del abismo en que se encontraba y la risa volvió a sus labios.

No hay época más hermosa en una relación, que al inicio, cuando las primeras citas, nos dan la oportunidad de conocer, los gustos, los deseos, los anhelos y también los secretos guardados cuando la confianza crece.

Lúa abrió su corazón a Tony. Le contó todo, su anterior relación, su entrega, su dolor. Él entendió, no la juzgó, le dijo que él seria ella y ella él y que juntos caminarían por el mismo sendero.

Lúa lo amó y se entregó a él, más madura, más mujer. Fue una experiencia diferente, una sensación que borró de un plumazo todo su pasado. El recuerdo de esa tarde siempre estaría con ella: La respiración agitada, las palabras ardientes, los gemidos estimulantes. Los cuerpos de ambos, desnudos, sudorosos, entrelazados en una única figura sublime. El éxtasis, los músculos que se contraen y el vigor de él que entra en ella, llenándola completamente y saciándola de una sed reprimida.

El destino tiene formas de ser cruel. Lanza sus dardos buscando víctimas. Lúa recibió el impacto, su periodo menstrual no llegó.

Los eventos posteriores se desarrollaron, como escenas de una película en cámara rápida. Una sucesión de decisiones apresuradas, empujadas por el desconcierto, por el miedo a sus familias, decisiones poco razonadas pero definitivamente egoístas.

La prueba de laboratorio y el resultado positivo del embarazo, marcaron el inicio de esta extraña “aventura”. Se fugaron.

Una torpe hoja de papel en una mesa, explicando lo inexplicable, un poco de ropa en una mochila, un poco de dinero en su monedero y Lúa que abandona su hogar.

Se fueron muy lejos, con el temor marcado en sus rostros, abandonados a su suerte y solamente con la fe puesta en su creador. Viajaron todo el camino tomados de las manos. La cabeza de ella apoyada en él, cobijada, segura de que sus plegarias serian escuchadas.

Lúa no se equivocó, encontraron amabilidad y ayuda entre desconocidos. A pesar de las incomodidades, pudieron convertir el cuarto, sin puerta ni ventanas que les ofrecieron, en una especie de hogar.

No estaban de paseo, no eran turistas, había que trabajar para comer. Él ayudaba en la limpieza de una tienda comercial y a ella le facilitaron un carrito “sanguchero”. Lúa nunca le corrió al trabajo y menos a los retos, vestida con un largo mandil, lucho con la hornilla, con la plancha, las hamburguesas congeladas, el pollo deshilachado, las papitas al hilo y el aceite que salpicaba quemándola. Peleó con todo esto y ganó.

Por las noches, la pasión era un consuelo, acallaba sus privaciones, se tenían uno al otro.

A la semana de llegar Lúa pago factura por todo el trajín y estrés a la que estuvo sometida. Sangró. Tuvo que guardar reposo, tomar medicinas. Tony a su lado, se despegaba de ella solo para ir a trabajar y después corría a su lado.

Los días trajeron alivio. Lúa mejoró y pudo seguir vendiendo sus "sanguchitos" pero ahora con algo más de cuidado.

A través del internet, mandaba mensajes a su familia, haciéndoles saber que estaba bien, pero sin decirles en donde se encontraba, callando, refugiándose en las frías letras de un correo electrónico o en la página de un chat, escondiéndose con su amor como vulgares delincuentes. Olvido que no hay delito perfecto, olvido que la vida no es una telenovela y que tarde o temprano nos hace despertar.

Los días de luna de miel acabaron como empezaron. Una mañana el espejo le devolvió a Lúa, la imagen de una mujer cansada, ojerosa, irreconocible. Sintió el fracaso, había estudiado tanto para llegar a tener su cartón de técnica en enfermería, se había quemado las pestañas, privándose de fiestas, paseos y ahora con el rostro quemado por el inclemente clima de la zona, se alistaba a empujar sudorosa, el dichoso carrito “sanguchero” para iniciar la venta del día.

Se saco con violencia el mandil. Reunió las pocas ropas que tenia y sin escuchar las protestas de Tony, mando un mensaje a su familia anunciándoles su regreso. Egoísta o no, fue una decisión firme, su decisión. Miró a Tony y mostro su desencanto con palabras filosas como hojas de navaja.

¡ O acompañada o sola, pero hoy me regreso a casa!, le espetó.

Tony la miro. No dijo nada, simplemente metió sus cosas en la mochila y salió tras ella rumbo a la estación del bus. Antes, una breve despedida de las personas que tan maravillosamente se habían portado, deseos de buena suerte y pronto regreso en mejores circunstancias.

El bus que inicia el largo camino a casa.

Lúa, reclinada en su asiento, con el rostro frio, inmutable sin mirar nada ni a nadie, especialmente a Tony que a su lado la observaba de reojo, esperando de ella un gesto o una palabra que no llegaron en todo el viaje.

Las ruedas rodaban furiosas por el camino, y muchas horas después, el bus llegaba a la estación en donde la esperaban. Explicar lo inexplicable, justificar lo injustificable en toda esta locura, fue difícil. Las palabras salieron entre lagrimones, abrazos, tibios reclamos y miradas algo duras.

Lúa se separó de Tony, cada uno a su casa, cada uno tomo un camino diferente. Los padres de ambos así lo habían decidido. En cierto modo algo empezó a romperse ese día, pero ni él ni ella lo supieron. En todo el viaje de regreso sus manos nunca se juntaron.

Los acontecimientos vuelven a tomar velocidad. La madre de Lúa se enferma y tiene que operarse. La responsabilidad de la casa y del pequeño negocio familiar caen sobre ella. Cocinar, mantener la casa habitable y vender en el mercado son rutinas de todos los días. Su madre se recupera lentamente y Lúa llevando con coraje su embarazo, ve pasar los días interminables con sus noches efímeras.

Dicen que no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se tenga que pagar. El cuerpo de Lúa vuelve a desmoronarse por el trajín, apareciéndole un dolor agudo en la espalda, lo acompañan repetidos episodios de escalofríos, calenturas, tal vez fiebre.

Al principio no le dio importancia, posteriormente el dolor se volvió insoportable y se asustó. la necesidad de consultar con un médico se volvió urgente. Con su dolor a cuestas se dirigió sola al Centro Médico.

¡¿Señora? la doctora la espera! .La voz sobresalto a Lúa, la devolvió a la realidad, a su presente, a su dolor.

Se paró, arreglo sus arrugadas ropas y entro al consultorio. En la sala no quedaba nadie.

La benévola cara de la doctora fue cambiando, a una mirada de preocupación, mientras la examinaba palpando la zona adolorida.

Urgían análisis, necesitaba la consulta de un especialista. El problema era serio.

Lúa sintió que era arrojada a una especie de remolino, que empezaba a girar atrapando su cuerpo con violencia. Peligraba la vida de su hijo y también la suya. Buscó una mano amiga a su lado, no la hallo. Recordó que estaba sola. Bajó la cabeza. Lúa se puso a rezar.

Dentro de toda esta vorágine, apareció una tía, su madrina, casualidad o sus rezos, lo cierto es que ella se encargo de todo, le dio el apoyo que necesitaba. Primero avisar a su familia, segundo apuró los análisis y sus resultados y por último la ayudó a internarse para iniciar el tratamiento.

Los resultados confirmaron el diagnostico que se sospechaba: Pielonefritis. Había que trasladarla a un hospital más grande y con mejores condiciones de atención. Además para agravar la situación sus defensas estaban muy bajas.

El tiempo apremiaba. La actitud profesional del personal médico se hizo evidente. Quedó rápidamente instalada y segura en la ambulancia y partió esta, pregonando por todo el camino; con su ululante sirena, lo crítico de la situación de su pasajera.

Era ya tarde cuando llegaron al hospital. Entraron por el lado de emergencia; en donde, como era habitual, se encontraba en constante efervescencia. Las luces brillantes en el techo hirieron sus ojos. Se sentía impelida hacia adelante por varias personas de uniforme que rodeaban la camilla: presión arterial, temperatura, saturación de oxigeno, frecuencia cardiaca, nada escapaba al examen, más pinchazos en los brazos, más pruebas de laboratorio, todo importante, una mirada interna a lo complejo de nuestro organismo que clama por ayuda cuando enferma y que, creo yo, en estos tiempos de medicina basada en evidencia, existe siempre la necesidad de la experiencia de un galeno que interprete correctamente la información e indique el tratamiento adecuado.

Cada tanto Lúa miraba a su alrededor, encontrando entre los mandiles blancos rostros conocidos; sus padres, sus tíos, y más atrás, casi escondido el rostro angustiado de Tony.

Su embarazo le había proporcionado a decir de sus familiares y conocidos un expresión bella, una especie de aura mágica envolvente, estilizando su figura pequeña. Pero ahora, con el rostro marcado por el dolor, no quedaba nada de ese atractivo. Trato de mostrar serenidad pero no lograba traslucirlo, trato de mostrar valor, pero este nunca asomó.

A pesar del suero y los medicamentos que pasaban por las vías, la punzada en su espalda no redimía, más bien, se acrecentaba por momentos. Empezó a sudar, regresaron los escalofríos, su cuerpo temblaba.

Entre el mar confuso de frases con voz elevada y gritos se dejaba escuchar.

- ¡Sus signos vitales disminuyen!

- ¡El conteo es muy alto!

- ¡Es una septicemia!

- ¡La estamos perdiendo!

- ¡Hay que sacarla de aquí!

- ¡Avisen a la sala que vamos para allá!

Los gritos de su madre le hicieron a Lúa comprender que la batalla estaba llegando a su fin. Se estaba muriendo.

Miró a su familia que corría; con ella, cerca de la camilla. Intento abrir la boca tratando en vano de pronunciar una confesión que no salía de sus labios.

 - ¡Mamá, Papá, perdóneme. Nunca quise hacerles daño!

 Todo se fue apagando. No sabía si flotaba o caía en un vacio inmenso. Atrás alejándose de ella, los gritos, los llantos, las ordenes, su vida.

Un postrero mensaje al pequeño que alojado en su interior desaparecería con ella, sin chance de nacer.

- Adiós mi bebe. Te hubiera querido tanto -

Un imponente lago de olvido; en donde las almas esperan el juicio de su creador, apareció en lo profundo. Lentamente, se preparaba Lúa a sumergirse en las negras aguas, cuando sintió que algo la detenía.

Un ser luminoso estaba al lado de ella cogiéndola de la mano, evitando que se hundiera en el Leteo. Era pequeño, sin forma definida, con dos apéndices como manitos que la jalaban. Un pequeño que le susurraba una melodía de notas agradables y vigorizantes. El corazón de Lúa empezó a latir furiosamente, se dejo llevar, se dejo arrastrar hacia arriba, hacia el infinito, sintiendo el cálido contacto, suave, protector.

Escuchó su nombre.

Abrió los ojos lentamente. Las imágenes al principio borrosas, fueron tomando forma. Estaba en una sala que reconoció casi de inmediato. estaba en una Unidad de Cuidados Intensivos. Tenía puesta la mascarilla con el oxigeno, en sus brazos vías que se conectaban a frascos de suero. A su lado estaba un médico que la reconfortaba tomándola de la mano.

- Estas fuera de peligro- le dijo. - Tu hijo también está bien. Lo peor ha pasado -

Lúa toco su vientre, lo sintió latir. Sabia quien la había salvado.

Estuvo varios días en coma, en un limbo entre la vida y la muerte. Su corazón aunque débil se esforzó en seguir latiendo, logrando aferrarse a la vida y despertar para alegría de todos. Con el correr de los días le fueron retirando: las sondas, los electrodos, las agujas. Abandonó la UCI y tras un breve periodo en uno de los cuartos del hospital, le dieron de alta y regresó a su casa por segunda vez, después de estar fuera de ella por mucho tiempo.

El reposo era obligatorio y a pesar de las ganas, era poco lo que le permitían hacer. La trataban como si fuera de cristal. Era la calma después de la tempestad, era tiempo de reponer las fuerzas, de recuperar los colores marchitos, de recobrar el aura perdida, que da la maternidad.

Las vivencias de los últimos meses habían provocado cambios en Lúa, veía ahora las cosas con una perspectiva diferente, antes era dable a soñar despierta; ahora en cambio, se daba cuenta que el mundo real, estaba casi siempre, muy a su pesar, desprovisto de romanticismo.

Su relación con Tony se había enfriado, la distancia entre ellos crecía tanto, en espacio como en sentimientos. Decir que no le importó seria errado, pero dejó de ser algo que ocupara por entero su pensamientos. Se veían esporádicamente, y charlaban, casi sin chispa en donde alguna vez fuego hubo.

La calma de la última semana de embarazó se rompió con el inicio de los dolores del parto.

Hay que ser madre para comprender la inmensa misión que Dios ha encomendado a las mujeres, al hacerlas responsables de la supervivencia de la raza humana. Mucho se puede contar o escribir sobre este acto de amor, podemos quizás especular, pero los ajenos, los espectadores, solo podemos contemplar estupefactos y maravillados este milagro.

Ninguna historia tiene fin, solo pausas, pequeñas planicies en los accidentados acontecimientos de nuestras vidas.

Lúa miraba embriagada de sentimientos, a la cosita que; arropada en una colchita azul, mamaba dormidita el alimento que manaba de su pecho.

Una vez más, como tantas otras veces, las lágrimas desbordaron sus ojos, pero esta vez brotaban de felicidad. El pequeño Jesús había llegado para convertirse en la verdadera y única razón de su existencia. El seria ella y ella seria él. Viajarían por el mismo camino, hasta que el tiempo y la naturaleza hagan que Jesús, siga su propio destino.

Tras la ventana del cuarto de hospital, un bello día asomaba, un hermoso marco para un nuevo comienzo.

¿Qué le propondría el mañana?. No lo sabía. Le interesaba pero no era ya su prioridad, Habrían nuevos retos, nuevos problemas, habrían nuevas vivencias. Tony estaría en su futuro, compartiendo seguro una oportunidad de formar un hogar en un rinconcito que llamarían suyo, con privaciones, pero juntos.

Soñar no cuesta nada pensó, merecían ambos una oportunidad, aunque, tal vez, lo que empezó a deteriorarse termine por acabarse, convirtiendo el futuro con Tony en solo una ilusión.

Siempre existen caminos por recorrer, personas por conocer, sentimientos por encontrar, oportunidades para llegar a ser feliz. Pero no estaría sola, nunca más estaría sola.

Mi bebé - pensó Lúa al ver a su pequeño angelito dormido.

Mi hermoso bebé.     

Nota: Feliz Día de la Madre.   

Imagen extraida de:  http://ajayu.org/index.php?topic=3050.0